A la prueba celebrada en el Hotel Silken Puerta
de Málaga, acudieron un total de 41 candidatos, entre los que participaban 4
alumnos de la escuela representando a Huelva y Sevilla y otros dos antiguos
alumnos por las provincias de Córdoba y Málaga.
Entre los 16 malagueños, 10
cordobeses, 7 sevillanos, 4 onubenses, 2 gaditanos y otros tantos granadinos, la
Escuela de Hostelería de Islantilla, consiguió clasificar como viene siendo
habitual a lo largo de los últimos años a dos de sus alumnos, entre los ocho
candidatos que representarán a la comunidad autónoma de Andalucía en la final
nacional.
El onubense Florencio González
calificó la prueba como “de gran complejidad dada la dificultad de distinguir
una muestra entre cuatro caldos muy parecidos al provenir del mismo tipo de uva
variando solamente matices como el tiempo de crianza o las propiedades que le
otorgan los diferentes tipos de maderas”.
Por su parte, Francisca Vallez
indicaba “la magnífica organización y el grato ambiente de la prueba en la que
se encontró con algunos de los mejores sumilleres andaluces, ya habituales en
este concurso”.
Estos dos alumnos, que se
enfrentarán a los mejores sumilleres de España en la final de Madrid, tuvieron
que catar cuatro muestras diferentes de la variedad Tempranillo de tres parcelas
distintas de la D.O.C. Rioja, envejecidas en diferentes tipos de barricas y
tiempo de crianza e identificar la muestra seleccionada solam
ente a través del olfato. Durante
la mañana, seleccionaron mediante una cata a ciegas los mejores vinos de España,
compaginándolo con diferentes actividades y talleres y realizando una prueba
específica de conocimientos sobre viticultura, destilados, etc.
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